sábado, 24 de noviembre de 2012

25.11.12 : Medianoche

Sólo fue un instante que salí y tomé aire...

  No imaginé 
que volviese a mi cabeza de forma tan invasiva, tomando forma y   dándole vida otra vez.
Un sms que perdió su orgullo, silencioso se envió justo cuando 
el reloj 
cantaba la medianoche.
Una canción más bien estúpida que marca etapas, que quema neuronas al compás de un alegro.
Recordé un día en el metro, estación Baquedano, en realidad, fue hace poco. Un momento
difícil, o más bien 
inflado, exagerado, con el afán de que pareciera película ochentera melodramática, donde un
beso tímido rompe el hielo con 103 personas corriendo 
a sus vidas. Nadie nos mira, sólo estamos tu y yo.
Pero no termina así, el cuello 
no fue capaz de actuar, y la cautela ganó.
¿Sería distinto ahora?, ¿Te extrañaría como lo 
hago en este momento?
No puedo ni siquiera entender, como una acelerada noche, llena de caos, puede "traerte"
a mi.
No hay relación alguna.
Ya se acabó hace mucho. Pero ese fantasma 
regresa constantemente a hacerme 
sufrir, haciéndome sentir un caballo desbocado en el pecho, que quiere volar, recorrer los 
kilómetros que nos separan y cantarte algo dulce mientras duermes.
No es algo físico, meramente un capricho.

El fuego en mi pecho no quiero sentir, quisiera 
dejar una 
cicatriz 
en una hoja, y que el viento se la llevase lejos. Que algún 
alma la recogiese 
y me leyera lo que dice.
Entender que es un cuento, una fantasía. Una leyenda 
de un país lejano, perdido del mundo, sumergido en la arena del olvido, 
donde existía el 
amor.

(No)
quiero
pensar
en 
eso
ahora
...



Sólo quiero cerrar los ojos, y no verte más...