sábado, 24 de noviembre de 2012

25.11.12 : Medianoche

Sólo fue un instante que salí y tomé aire...

  No imaginé 
que volviese a mi cabeza de forma tan invasiva, tomando forma y   dándole vida otra vez.
Un sms que perdió su orgullo, silencioso se envió justo cuando 
el reloj 
cantaba la medianoche.
Una canción más bien estúpida que marca etapas, que quema neuronas al compás de un alegro.
Recordé un día en el metro, estación Baquedano, en realidad, fue hace poco. Un momento
difícil, o más bien 
inflado, exagerado, con el afán de que pareciera película ochentera melodramática, donde un
beso tímido rompe el hielo con 103 personas corriendo 
a sus vidas. Nadie nos mira, sólo estamos tu y yo.
Pero no termina así, el cuello 
no fue capaz de actuar, y la cautela ganó.
¿Sería distinto ahora?, ¿Te extrañaría como lo 
hago en este momento?
No puedo ni siquiera entender, como una acelerada noche, llena de caos, puede "traerte"
a mi.
No hay relación alguna.
Ya se acabó hace mucho. Pero ese fantasma 
regresa constantemente a hacerme 
sufrir, haciéndome sentir un caballo desbocado en el pecho, que quiere volar, recorrer los 
kilómetros que nos separan y cantarte algo dulce mientras duermes.
No es algo físico, meramente un capricho.

El fuego en mi pecho no quiero sentir, quisiera 
dejar una 
cicatriz 
en una hoja, y que el viento se la llevase lejos. Que algún 
alma la recogiese 
y me leyera lo que dice.
Entender que es un cuento, una fantasía. Una leyenda 
de un país lejano, perdido del mundo, sumergido en la arena del olvido, 
donde existía el 
amor.

(No)
quiero
pensar
en 
eso
ahora
...



Sólo quiero cerrar los ojos, y no verte más...


domingo, 18 de marzo de 2012

Jaque [Anécdota]


"..." Y así te prometo, que nada cambiará.

Claro, una frase común que seguramente hemos escuchado muchas veces de alguna persona cercana, o no mucho.
Una paradoja absurda que tiene su origen en la comodidad de la rutina y la costumbre.
No arriesgarse a generar el cambio, sólo ser un espectador.

A veces ni siquiera lo notamos y dejamos pasar detalles por alto, soportamos situaciones y problemas sólo a la espera; una conformidad venenosa que corrompe en culpa nuestras entrañas.

Hoy me dijeron: "¿Por qué no lo hiciste antes?"

Pensé en responder "miedo", o quizás algo más neutral y menos comprometedor, como "no era el momento". Ciertamente lo sentí así, personalmente me parecía que estaba tan cómodo en mi trono que no sentí la necesidad de cambio, de que mis palabras fueran los engranajes de un mañana distinto.

Esto fue a nivel personal, pero también sucede a nivel sociedad, de cultural conformistas y espectadors, que se escudan en la frase "Que otros lo hagan, yo no puedo"
Quizás están en todo su derecho de hacerlo, es una opción la pasividad. Pero tiene un alto precio: la culpa.

Yo me declaro culpable, lo asumo y me duele.
Partí una carrera confiado en mi habilidad, pero sin contar con la rapidez de otros.
Me sentí ganador de un principio, antes de la señal de partida, antes si quiera de saber si había una meta.

Error, lo asumo también.

Pero creo que en mi caso, el tiempo dirá lo mejor para todos, dos semanas no es una muestra válida en una estadística o para comenzar a sacar conclusiones, sería prematuro, apresurado, y particularmente, en esta situación, requiero tiempo.
Ella es un tesoro, que yacía escondido en la profundidades, que compartí y perdí. Arrebatado frente a mi.
Suele pasar, no seré nii primero ni último, claro eso está.

Pero se acabaron las canciones impersonales y esos versos construidos por rápidos dedos en un afán de sobresalir, ¿Para qué?

Como dijo otra persona hoy: "Una pa los víos"

Tal cual, ¿excéntrico?, más bien, preciso en cierto modo.

Así que nada más.

Siempre los contratos tienen letra chica, por desgracia, no leí el mío a cabalidad, y perdí.
Es una anécdota graciosa, con tintes de drama y teleserie venezolana.

Algo típico de un domingo cualquiera en la vida de un joven normal que vive tranquilamente esta mundana vida.

Simple, fácil y rápido.

Sólo una anécdota más en esta partida de ajedrez.

Me siento como aquel alfil relegado.

Quiero de banda sonora aquella canción de un simpático chascón, la cual dice:

"Tú eres la Reina que dejó a su Rey por un Alfil"





Estoy ansioso, quiero ver como termina todo.
Yo ya hice mi movimiento...



jueves, 15 de marzo de 2012

~Porque siendo mi oficio de carnicero, ¿Cómo se me ocurrió hacer de curandero?~


"Un asno, al ver que se acercaba un lobo y no podía escapar del enemigo tan temido, simuló encontrarse cojo. Acercándose el lobo, le preguntó la causa de su cojera. El asno respondió que al saltar un cerco se le había introducido una espina y que prefería morir antes que seguir soportando dolor tan agudo.

-Quítame, por favor, esta espina, señor lobo, y devóreme cuando guste, sin miedo a lastimarse la boca.

El lobo se dejo convencer mansamente, pero, al levantar la pata del borrico para examinarla atentamente, recibió tan terrible coz que se quedó sin un sólo diente.

El lobo mal herido, llorando su desventura, dijo:
- Bien merecido lo tengo, porque siendo mi oficio de carnicero, ¿Cómo se me ocurrió hacer de curandero?

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Moraleja: Hablemos con razon: No tiene juicio, quien deja el propio por ajeno oficio.

[...] Silencio


¿Cuál es la diferencia entre callar y hablar?

Un impulso

Ese impulso que lleva a la complicidad de la sombra; a espiar en silencio el enigma de la vida.

Callar y observar; Hablar y sentir.

¿Qué pasará? , ¿Seguirá todo igual?

El morbo de ver castillos de arenas devorados por las aguas de la angustia, sentir en carne propia esa sensación de malestar, de ira mezclada con dulce néctar.
Una escarcha gélida sobre la delicada piel femenina de la conciencia.
Árboles que nos recuerdan la grandeza a la cual no pertenecemos, y nunca seremos parte.
Ese aullido lastimero y sordo que nunca dará eco.

¿Por qué?, ¿Por qué callar?, ¿Por qué hablar?

Ir mas allá, ponerse a pensar en el mañana distorsionado, moribundo, inhóspito y hostil, donde el filo tierno de la palabra corrompe la dura coraza de la justicia. Yacen cadáveres de mártires esparcidos por las calles vacías.
Aquellos que se atrevieron a usar la garganta, gritar y destruir sus celdas, liberando el canario de la culpa.

Me declaro culpable, por hablar después, nunca antes ni a tiempo.
En una descoordinación con el hábitat, con el aire y la tierra.
Siempre escribiendo epílogos y agradecimientos, escudándose en una excusa barata.

No afrontar la vida, no querer ver en los ojos del resto la respuesta a esa interrogante.
Asumir un rol de guardián, vigía solitario de una frase recóndita, rebuscada.
Respirar sin intención, sólo ser espectador.
Guardar el cálido de un beso en un cofre, atesorarlo como propio hasta el último día.
Negarse a recorrer los mares en busca de más tesoros,vivir con lo puesto, sin avaricia.

¿Es posible?

Atrapado en una partitura en blanco, escuchando latidos de un corazón prisionero.


Atrofiar los labios, cediendo al impulso conformista de callar.

Destruir una arteria torrentosa al caer en la tentación de hablar.

Encontrar un sol en tu pecho, al decidir vencer el silencio.

Sentir el glacial cálido en los dedos al cargar la pistola con una frase y disparar.


¿Cuál es la diferencia entre callar y hablar?

Miedo...


domingo, 4 de marzo de 2012

I don't wanna be a hero ...


¿Quieres ser un héroe?

Siempre me lo pregunto cuando la idea de acudir a la ayuda de alguna princesa en peligro me atormenta.

¿Necesitas sentirte un héroe?
Siempre me pregunto eso cuando ya tengo a la princesa en mis brazos y me dirijo a reclamar mi premio.

¿Seguirás siendo el héroe mañana?
Cuando salga el sol, y el alba ilumine el rostro de mi doncella que yace descansando en el regazo, podré verla satisfecha, pero no es eterno.

¿Qué pasará con el héroe?
Desaparecerá, y buscaré otro castillo, otra doncella, otra historia y otro tesoro.

¿Por qué coleccionas hazañas?
Para llenar mi repisa de premios, limpiar mi armadura de orgullo y poder sentir que el vacío en el pecho se llena por unos instantes.

¿Qué pasa con las doncellas?
Sólo pasan.

¿Al menos recuerdas sus nombres?
No podría. Sería encariñarme con ellas.

¿Dónde quieres terminar?
Donde merezco estar: a los pies de Belcebú suplicando piedad, la misma que negué en vida.

¿Por qué?, ¿y el paraíso?
Creí vivirlo en vida, pero fue otro error.

¿Estás arrepentido?
No podría, lo hecho, hecho está.

¿Qué deseas?
No lo sé, sólo sentir amor, pero amor de verdad.

¿Lo has sentido antes?
Dos veces, y ambas las guardé en mi pecho.

¿Y aún así sientes el vacío?
Conflicto fue al comienzo, pero al no decidir por ninguna, el vacío ocupo su lugar.

¿Tan difícil es decidir?
Es complicado, necesito ser héroe, no me puedo establecer como Rey todavía, no me siento capaz.

¿No quisieras ser el héroe de una de ellas?
Siempre, siempre he querido.

¿Qué te detiene?
Miedo... miedo a dejar de sentirme uno.

¿No quieres ser tu propio héroe?
Eso no es posible, no puedo salvarme solo.

¿Lo has intentado?
Ahora que lo dices, no.

¿Y si tratas?
No creo que resulte.

¿Qué pierdes?
La oportunidad de salvar otra doncella.

No entiendes, ¿verdad?
No sé donde quieres llegar con esto, me confundes.

Eres incapaz de salvarte, por la misma razón nunca salvarás a nadie. Ninguna doncella se siente segura contigo, porque no estás seguro ni de ti, de lo que haces, ni lo que sientes.
No sirves para esto, Caballero de la Luna. Estás perdido en tu cruzada de cenizas y polvo. Desolado bajo el abrasador sol en este desierto de mentiras y actos sin final.
Una obra donde ni tú sabes que papel representas, donde no sabes quien será tu tórtola. Tu víctima.
Olvídalo, Caballero de la Luna, regresa a tu viejas andanzas, las de antaño, donde sólo con tu mirada podías descubrir nuevos universos, viajar por los ojos de cualquiera, y escarbar en el cielo de recuerdos, plantar una rosa y cosecharla para ella.
Caballero de la Luna, deshazte de tu máscara de lobo, y conviértete en el cachorro que fuiste aquella tarde en que el sol brilló sobre ustedes, y con una sonrisa la conquistaste.
Tu primera doncella, la de ojos misteriosos, la que te enseñó a amar.

Recuerdala, y usa eso en tu siguiente aventura.
Conócela, date el tiempo para enamorarla, y hazla feliz.

Sé un héroe, y asume tu condición.

Llena ese vacío de dudas y fantasmas.

Caballero de la Luna... el héroe de tu historia.